Mujeres, víctimas de violencia desde varios extremos: van 17 muertas en el Atlántico
La más reciente fue Socorro De Jesús Orozco Morrón en el barrio Buenos Aires de Barranquilla.
El crimen de Socorro De Jesús Orozco Morrón en la mañana del jueves anterior en la calle 44 con carrera 5B, barrio Buenos Aires de Barranquilla, vuelve a encender las alertas sobre el asesinato de mujeres en el departamento del Atlántico.
Frente a este caso, el General Luis Hernández Aldana, comandante de la Policía Metropolitana de Barranquilla, informó que tras ocurrir el hecho se puso en contacto con la directora seccional de Fiscalía para asignar un fiscal con el fin de resolver este crimen en el menor tiempo posible. La línea investigativa apunta a un problema personal, al parecer, con los pagadiarios.
Frente a este caso en particular, Emma Doris, de la Red de Mujeres contra la Violencia, aseguró en Atlántico en Noticias que “estos hechos son parte de la dinámica y la conflictividad social en la que hoy está nuestra Colombia, en especial Barranquilla, y a la que hay que prestarle atención. En esta sociedad con profundas desigualdades con problemas económicos, de desempleo. Son factores que debemos revisar”.
Aseguró que las agresiones de pagadiarios contra las mujeres en muchas ocasiones no son denunciados ante las autoridades por temor a ser señaladas o juzgadas por la comunidad.
“Estos hechos no son denunciados, pero uno encuentra el miedo en las mujeres de una práctica del ‘gota a gota’ o pagadiario”, dijo.
El crimen de Socorro recuerda que con el pasar del 2022 la cifras de mujeres asesinadas en el Atlántico y su capital, Barranquilla, aumentan.
En lo que va del año 17 mujeres han sido ultimadas en diferentes circunstancias: 9 en Barranquilla, 6 en Soledad, 1 en Malambo y 1 más en Tubará.
De estas cifras, 12 han sido ultimadas a bala, 3 con arma blanca y dos bajo la modalidad de asfixia. Es decir, que el 71 % de los asesinatos de mujeres en el Atlántico se han realizado con arma de fuego.
De estos 17 casos, 6 han sido catalogados como feminicidios por las autoridades. Es decir, que han sido asesinadas por sus parejas o exparejas. Tres fueron con arma blanca, una por asfixia y dos a bala.
Los feminicidios que han ocurrido este año son 5 en Barranquilla y 1 en Malambo. Todas estas estadísticas surgen de los casos que han ingresado día a día a Medicina Legal.
“El Atlántico sigue siendo epicentro de cifras muy tristes para las mujeres. Ya van 17 mujeres asesinadas en lo corrido del año. Apenas estamos a cuatro meses y estas cifras no habían ocurrido en el 2021. Las asociaciones de mujeres y la veeduría de mujeres nos unimos en las voces para seguir reclamando justicia, investigaciones con eficiencia y eficacia”, aseguró Emma Doris, quien aseguró que se viene pidiendo desde hace dos años un consejo de seguridad que trate el tema especial de la violencia contra la mujer, pero aún no halla respuesta.
Algunos casos sonados en el 2022
El 9 de enero en el barrio Montercarlo de Malambo la adolescente Miriam Romero Santana, de 15 años, fue ultimada a bala al interior de la casa de su exnovio Libardo Enrique Gutiérrez González, de 25 años.
En primera instancia, se manejó la versión de que la menor se había lesionado ella misma con un arma de fuego que tenía su expareja en el inmueble. No obstante, a juicio de la Fiscalía hubo un feminicidio y por tal razón se produjo la captura del hombre días después.
El joven le fue imputado cargos de feminicidio agravado, pero no los aceptó y fue cobijado con medida de aseguramiento.
De otro lado, el 21 de febrero una adolescente de 17 años, Rosa María Garizabalo Bornachera, fue asfixiada presuntamente con un zuncho por su expareja Manuel Ramón Zapateiro Romero en un pasillo que colinda con la casa de la menor, en el barrio Santa María de Barranquilla.
De igual manera, en primera instancia se manejó la versión de que la adolescente se había suicidado, pero surgieron nuevos elementos materiales probatorios suficientes para imputar cargos a Manuel. Entre esos materiales probatorios hay un video que evidencia que el mismo día de los hechos, en horas de la mañana, el hombre compró un zuncho blanco en una ferretería del barrio, muy similar al que le encontraron a la adolescente enrollado en el cuello.
El hombre fue capturado y le imputaron cargos de feminicidio agravado, pero no los aceptó. Zapateiro Romero, fue asegurado en centro carcelario.
Por su parte, el 2 de marzo Liliana Segovia Navarro, quien había sido reportada como desaparecida dos días antes fue hallada muerta con una bolsa plástica en su cabeza en una zona enmontada de Tubará.
La mujer había salido en su lujosa camioneta desde el barrio Boston de Barranquilla. Por este caso fue capturado Jairo Medina Vega y éste involucró a un primo en la participación del mismo, todo al parecer para robarle la camioneta y vaciar las cuentas bancarias de la mujer.